El Frago es un pequeño pueblo asentado sobre una colina bañada por el río Arba y el Barranco de Cervera, de cauces escasos ambos, sobre todo en los veranos secos. Le fue concedida la carta de población en 1115 por el Rey de Aragón Alfonso I, pero se tienen noticias de él desde 1068 por un documento encontrado en el Monasterio de San Juan de la Peña.
Está rodeado de colinas cuyas alturas oscilan entre los 852m de El Fragal y el monte de San Guillén, hasta los 530m en el lecho del río. Colinas que están cubiertas por un tapiz de pinos, cajigos y carrascas, y que albergan gran diversidad de aves y mamíferos, constituyendo su principal patrimonio natural.
Su Patrimonio Arquitectónico está compuesto por la Iglesia Parroquial de San Nicolás de Bari (SS. XII y XIII) situada en el centro del pueblo, y las ermitas de Santa Ana y San Miguel (siglo XII).
También son notorias las ruinas románicas de San Miguel de Las Cheblas, localizadas frente al río Arba, en una loma boscosa; y “Los Arcos”, dos arcos apuntados que veremos unos kilómetros antes de llegar a El Frago, todavía en el término municipal de Luna, que pertenecieron a una iglesia bajomedieval.